Biblia Aventura

Tu Alimento Diario

Isaías 58:10-11

« Alimenten a los hambrientos y ayuden a los que están en apuros. Entonces su luz resplandecerá desde la oscuridad, y la oscuridad que los rodea será tan radiante como el mediodía. El Señor los guiará continuamente, les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca.»

El agua de un manantial no es para sí mismo sino para saciar la sed de quien lo necesita.

Así también, tu vida tiene el propósito de bendecir con lo que tienes, con lo que eres a otros. Todo lo que recibes cada día, como este Alimento Diario, compártelo.

Esto activa una promesa para tu vida: el Señor alumbrará tu camino y tendrás las fuerzas necesarias para tener éxito en todo lo que emprendas.

Ora así: Padre Dios, decido bendecir a quienes están en apuros, amar y ser misericordioso con los que sufren, ser dador y no sólo receptor, para que también fluya tu manantial en mi vida. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!

Tu Alimento Diario

1 Reyes 19:3-4

Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida. Se fue a Beerseba, una ciudad de Judá, y dejó allí a su sirviente. Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron.

El profeta Elías, ante un serio problema, se sintió fracasado, deprimido, impotente, hasta con deseos de morir. Sin embargo la historia sigue contando que Dios envió su ángel para que lo alimente.

Al perder tu trabajo, tu negocio, tu familia, tu salud, cuando se cierran las puertas, y parece que ya no hay nada para hacer, recuerda que

Dios sigue siendo Dios, quien te fortalecerá y mostrará la salida a la situación que estás atravesando.

Ora así: Padre Dios, necesito tu ayuda y esas fuerzas nuevas para enfrentar este y cada día de desafíos y oportunidades. Abre mis ojos para encontrar la salida. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!

Tu Alimento Diario

Gálatas 6:9-10

«Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos.»

Dios siempre te alienta a hacer el bien para recibir. Es la Ley de la Siembra y la Cosecha.

No te canses de hacer el bien, aunque vayas contra la corriente. Aprovecha cada oportunidad sembrando alimentos en quien no tiene, fuerzas al débil, luz al que está en tinieblas, paz al alterado, bendición al que está bajo maldición.

Ninguna semilla da frutos instantáneos, pero a su tiempo, cosecharás numerosas bendiciones.

Ora así: Señor, recibo tu consejo, abro mis ojos para ver las oportunidades diarias, sembrar con alegría y tener expectativa de cosechar. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Domingo!

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San Juan 8:12

«Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».

Estos días están caracterizados por desconcierto que afecta a todos los niveles de la sociedad: gobernantes, empresarios, obreros. educadores; un manto de tinieblas espirituales cubre a las naciones.

La oscuridad sólo existe cuando no hay luz. Lo hemos sacado a Jesús de las escuelas, del gobierno, de los sindicatos, de los hogares.

Decidí seguir a Jesús. Tu vida será alumbrada, y brillarás sobre tu familia y tu círculo de influencia.

Ora así: Señor, recibo tu Luz, para que mi camino esté alumbrado, mi familia esté a salvo, y tu Luz alcance mi ciudad y nación. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Sábado!

Tu Alimento Diario

Hageo 2:15-17

Piensen ustedes en esto. Antes de empezar a construir el templo, ¿qué les pasaba? Cuando alguien buscaba veinte medidas de grano, encontraba solamente diez; y cuando iba a sacar cincuenta cántaros de vino encontraba solamente veinte. Yo destruí con plagas y granizo el fruto de todos sus esfuerzos, pero ustedes no se volvieron a mí. Yo, el Señor, lo afirmo.

Cuando una persona, una familia o un país se olvidan de Dios comienzan los problemas: sequía, inundaciones, plagas, guerras, crisis, corrupción; lo que antes abundaba ahora escasea, lo que antes rendía 100 ahora produce 50.

Y así y todo, nuestro corazón es duro, no se humilla, y sin la ayuda de Dios no hay solución posible. Que tu actitud sea diferente. ¡Acércate a Dios!

Ora así: Padre Dios, te pido perdón por mis pecados, por los de mi familia, y nación. Me vuelvo a Ti de todo corazón.¡Sálvanos! ¡Sánanos! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!